La Habana

DÍAS 1-4 VIAJE A CUBA CON PERRO: La Habana 

DÍA 1: VIAJE A LA HABANA DESDE MADRID

Aterrizamos en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana la noche del 30 de diciembre de 2016 a las 8.30 pm. Este aeropuerto es el único acceso posible para entrar en el país con perro. El vuelo fue sorprendentemente bien, Pivo fue muy tranquilo y aguantó las 10 horas y media de duración como un campeón y sin ningún percance.

Una vez bajamos del avión, en la zona de recogida de equipajes ya nos estaba esperando un veterinario oficial para revisar la documentación del perro que obtuvimos en el consulado cubano y hacer el control pertinente. Ver aquí trámites para importar tu perro a Cuba. La oficina de control veterinario está al lado de las cintas de recogida de equipajes, por lo que mientras uno de nosotros esperaba las maletas el otro se dirigió con Pivo al control veterinario. El trato de los oficiales cubanos fue excelente, notaréis rápidamente la amabilidad cubana en cada una de sus palabras, y si todo está en regla, el proceso es muy rápido, de hecho, en nuestro caso fue tan rápido que Pivo salió del control antes de que llegasen las maletas facturadas. La tasa de entrada del perro en el país tiene un coste de 10 CUC.

Documento del servicio veterinario de fronteras Cubano

 

En la terminal de llegadas nos esperaba Jimmy, el que sería nuestro taxista en nuestra ruta por Cuba. A pesar de que en los días de estancia en La Habana no estaría con nosotros, contratamos igualmente su servicio para traslado desde el aeropuerto a nuestro alojamiento por un coste de 25 CUC ya que no sabíamos lo complicado que sería que los taxis aceptasen mascotas en su interior. Ahora podemos confirmar que no tendréis ningún problema si no lleváis el taxi contratado previamente ya que prácticamente todos los taxistas aceptaban a Pivo.

En media hora de ruta llegamos a nuestro alojamiento. Se trata de una casa particular ubicada en la zona de Centro Habana, a 20 minutos caminando de La Habana vieja y a 10 minutos del malecón. En nuestro caso nos alojamos en Centro Habana ya que debido a las fechas del viaje (fin de año) en la Habana vieja ya no había alojamientos disponibles ni siquiera reservando con 8 meses de antelación….De todas formas si a ti y a tu perro no os importa caminar, en Centro Habana estarás a medio camino entre el Vedado y la Habana vieja, ambas zonas imprescindibles en vuestra visita a la Habana, por lo que nosotros consideramos el alojamiento bien ubicado. Además, recuerda que no tendrás problema para moverte por la ciudad en taxi u otros transportes con tu perro.

«Almendron» que ofrece el servicio de taxi

 

Las tres Marías, el nombre del alojamiento, es una casa recién reformada por lo que las instalaciones estaban impecables. Está regentada por un español, Miki, y un cubano, Louis Mario, y solo podemos decir cosas buenas de ellos ya que el trato fue exquisito. Nos explicaron el funcionamiento de la casa, lugares para visitar además de ofrecernos cenar con ellos la noche de fin de año por 15 CUC cada uno. De cara al desayuno, no disponían de zona para ello, pero tenían acuerdo con otra casa particular (La Casona Ms.Mirta) a 5 minutos andando por 4 CUC cada uno, por lo que nos pareció lo más cómodo. Contacta aquí con Las Tres Marías.

Habitación casa particular Las tres Marias

 

Nosotros estuvimos 3 días en la Habana por lo que reservamos el mismo alojamiento para esta estadía, y consideramos que 3 días es el tiempo necesario para visitar esta capital.

Esa noche nos fuimos a dar un pequeño paseo hasta el malecón, comimos algo rápido en un puesto callejero y nos fuimos a descansar del largo viaje.

 

DÍA 2: LA HABANA. Malecón y Habana Vieja. Fin de año

Así el día 31 de Diciembre nos despertamos en La Habana con un día estupendo por delante. Tras un buen desayuno que incluía zumo natural, frutas, huevos, tostadas y café, arrancamos caminando hacia el malecón.

Desayuno en la terraza de la casa particular La casona Ms. Mirta

 

El malecón es el centro neurálgico de la vida de ocio en la Habana. Este inmenso paseo recorre la habana desde el Vedado hasta la Habana vieja, y a lo largo del mismo podrás observar a los cubanos pescando, escuchando música, tomando algún ron con sus amigos o incluso bañándose a pesar de estar prohibido por su peligrosidad. También es un lugar habitual donde se reúnen los cubanos al atardecer, por lo que todas las noches encontrarás mucho ambiente en él. Nosotros lo recorrimos de día y es un paseo que merece la pena por las vistas que ofrece tanto del vedado como del castillo del morro, pero volvimos a recorrerlo también por la noche. Es una visita obligada presenciar la puesta de sol desde el final del malecón. Ver como el sol se oculta tras los edificios del Vedado mientras charlas con los locales es una de las mejores estampas que nuestras retinas se han podido llevar de la Habana.

Cubanos pescando en el malecón de La Habana

 

Al final del malecón se encuentra el castillo de San Salvador de la Punta, desde donde se puede divisar el Castillo del morro al otro lado de la bahía de la Habana.

Castillo de San Salvador de la Punta

 

Del Malecón seguimos a La Habana vieja, la zona más antigua de la habana. La Habana vieja fue nombrada patrimonio mundial de la humanidad por la UNESCO y aunque no conserve todo su esplendor debido al deterioro por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento de los edificios, sigue conservando todo su encanto. Se aconseja precaución al caminar por sus calles por el peligro de algún desprendimiento. “Donde fueres haz lo que vieres”, por lo que fijaros que los cubanos caminan por el centro de las calles para evitar cualquier incidente. Los carros, bicis o coches te pitarán para que te apartes por lo que estarás libre de peligro.

Calle de la Habana Vieja

 

En la Habana Vieja comimos en el paladar la Familia por recomendación de unos cubanos. Cuando llegamos no tenían sitio en la terraza por lo que nos sentaron en el interior, y Pivo con nosotros por supuesto. Una vez que quedó una mesa libre en la terraza nos preguntaron si queríamos cambiar y la verdad es que preferimos la terraza por las vistas. Pagamos 52 CUC por comer con cervezas y mojitos incluidos, algo caro en relación a la calidad de la comida, eso sí, la agradable terraza con música en directo lo compensa.

Paladar la Familia

 

Dentro de la Habana vieja destacamos los siguientes lugares para visitar, recorrido para el que necesitarás casi un día completo:

  • Capitolio de La Habana: Este edificio es la actual sede del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y de la Academia de Ciencias de Cuba y está inspirado en el Capitolio de los Estados Unidos. Su visita estaba restringida durante nuestra estancia en la Habana por encontrarse en obras el edificio, por lo que desconocemos si las mascotas están permitidas o no en su interior . De todas formas, siendo un símbolo notable de la ciudad de La Habana, debe ser visita obligada de todo viajero en Cuba.
Vista nocturna del capitolio

 

  • Gran Teatro de La Habana: el edificio sufrió varias reparaciones en los últimos años, y hemos tenido suerte de encontrarlo impecable en nuestra visita ya que las obras finalizaron en enero de 2016. Aquí encontramos nuestro pequeño homenaje a Galicia ya que el edificio actual fue levantado en 1907 para acoger la sede del Centro Gallego de la Habana, lugar donde se tocó por primera vez en el mundo el Himno gallego un 20 de diciembre de 1907.
Vista nocturna del gran teatro de la Habana

 

  • Museo de la Revolución de La Habana: es la única atracción turística donde Pivo no pudo entrar ya que no está permitido el acceso a mascotas a su interior. Eso sí, el guardia de seguridad nos dijo muy amablemente mientras acariciaba a Pivo que ojalá estuviese permitida la entrada, pero que las normas eran las normas. Parecía que se estaba exculpando, cuando ya nos lo esperábamos realmente por ser lo habitual en cualquier museo en Europa.
Museo de la revolución

 

  • Catedral de La Habana: de estilo barroco, se encuentra ubicada en la Plaza de La Catedral que alberga otros edificios de interés de la época colonial como el Palacio del Marqués de Arcos, el Museo de Arte Colonial y la mansión del Marqués de Aguas Claras.
Catedral de la Habana

 

  • Plaza de armas: es la plaza más antigua de La Habana. Alrededor de esta plaza encontramos muchos bares y restaurantes con terraza donde poder sentarnos con nuestro perro a comer y tomar algo. Además, diariamente (excepto Domingos) se encuentra en esta plaza un mercadillo donde se pueden adquirir auténticas reliquias de libros, periódicos y revistas.
Plaza de armas de la Habana Vieja

 

  • Castillo de la real fuerza y la giraldilla: ubicado enfrente de la plaza de armas, se trata de la primera fortaleza construida en Cuba. En su torre se encuentra la giraldilla, que es la escultura fundida en bronce más antigua de Cuba.
Castillo de la real fuerza y la giraldilla

 

  • Calle obispo: es la más transitada de La Habana y la calle comercial por excelencia, además de ser la que se encuentra en mejor estado. En ella se pueden observar preciosos edificios y encontrar algunas boutiques de lujo, así como otras tiendas de ámbito local como librerías, cafés, farmacias… Es el boulevard más largo de la Habana, y al estar el tráfico restringido, lo hace ideal para pasear con perro por ser completamente peatonal. En esta calle fue donde más cubanos vimos paseando a sus mascotas.

Destacamos en una de las esquinas de la calle el hotel Ambos Mundos con detalles de la época colonial española, hotel que fue residencia del escritor Ernest Hemingway desde el año 1932 al año 1939.

Hotel Ambos Mundos

 

  • Plaza Vieja: es una de las plazas coloniales principales de la Habana. Es muy colorida y está llena de restaurantes y cafeterías donde poder sentarte y observar la mezcla de barroco cubano y art nouveau que conviven en dicha plaza.
Plaza vieja de la Habana

 

  • Plaza San Francisco: en esta plaza colonial se encuentra el convento de San Francisco de Asís y destacamos la fuente de los Leones de mármol blanco y el Coche Miambí, un vagón de tren construido en E.E.U.U. durante 1990 y trasladado a Cuba en 1992.
Coche Miambí

 

  • Convento de Santa Clara: es el convento más grande de la Habana. Aunque nosotros no visitamos su interior, el convento acepta visitas.
  • La bodeguita del medio: aunque se trata posiblemente del peor mojito que hemos tomado durante nuestro viaje a Cuba (además de el más caro), reconocemos que este local merece una visita por el reconocimiento que tiene. Los cubanos la llaman “La bodeguita del miedo”, y aunque es posible acceder a su interior ya que tiene zona de restaurante, el exterior verás que es el lugar idóneo para tomarte la consumición con tu perro por estar menos abarrotado de gente. No falta la música en directo y ese ambiente cubano indescriptible, y te permitirá entablar conversación con cubanos de a pie que eso sí, se traerán su mojito de alguno de los locales de los alrededores. En nuestro caso como era la noche de fin de año, toda la ciudad estaba muy animada, por lo que disfrutar de unos mojitos en la Bodeguita del Medio con toda la gente de celebración fue una experiencia única.
La Bodeguita del Medio

 

  • Y por supuesto no olvides perderte por los callejones de La Habana. No tengas miedo, Cuba es uno de los países más seguros en los que hemos estado, por lo que no te pasará nada y descubrirás zonas muy auténticas (no te vamos a mentir, muy en ruinas también). También muy necesario un tour nocturno para contemplar los edificios iluminados.
Embajada de España en La Habana

 

Esa noche tuvimos una celebración muy especial de la noche de fin de año. Junto con los amigos y familiares de nuestros hospedadores Miki y Louis, hicimos una fiesta al estilo cubano con su puerco asado, yuca y por supuesto ron, mucho ron. La música cubana sonó esa noche durante largas horas en las que bailamos hasta que no pudimos más, eso sí las fotos nos la reservamos para nosotros. Pivo fue el primero en retirarse y quedarse dormido a ritmo de “Guantanamera”

DÍA 3: LA HABANA. El Vedado. Parque morro cabaña

Primer día del año, y confirmamos que en Cuba también existe la resaca. Un buen desayuno con zumo recién exprimido y fruta fresca cae fenomenal en el estómago para comenzar otro día de exploración en la Habana.

EL VEDADO

Nuestra primera parada fue en el barrio del Vedado, donde aprovechamos para sacar dinero del cajero, cosa que no abunda mucho en Cuba. En el Vedado cabe destacar el Hotel Nacional, el hotel más emblemático de La Habana. Es Monumento Nacional y está declarado Memoria del Mundo por la UNESCO. A día de hoy es uno de los hoteles más lujosos de La Habana y conserva todo su esplendor, pero lamentablemente no acepta mascotas.

Hotel Nacional de La Habana

 

Visitamos también en el vedado la embajada de EEUU, el monte de las banderas, la tribuna antiimperialista donde habitualmente se realizan conciertos, y la plaza donde se encuentra el monumento al Maine, monumento en honor a los marineros que murieron en la explosión del buque estadounidense Maine en 1898.

Vista del Vedado desde el malecón

 

Desde el Vedado nos dirigimos nuevamente a la Habana Vieja tomando como medio de transporte un Coco taxi donde los perros son bienvenidos.

Coco taxi en El Vedado con el Hotel Nacional al fondo

 

Nuestra siguiente idea era visitar el parque del morro cabaña donde se encuentran 2 fortalezas visitables. Hay un ferry que cruza desde la terminal de Ferrys del puerto de la Habana hasta el parque histórico Morro-Cabaña, pero los perros no pueden viajar en él, por lo que la única alternativa es llegar por carretera a través del túnel de la habana que cruza la bahía por debajo del mar.

Cartel de prohibiciones en la terminal de ferry de La Habana

 

Estaba entre nuestros planes contratar un coche antiguo para dar un paseo por la ciudad de la Habana, y en lugar de salida y llegada al mismo punto negociamos que nos dejase en el castillo del Morro como punto final, así evitábamos tener que coger otro transporte adicional. El coste nos salió en 100 CUC.

La ruta en un clásico descapotable americano es una experiencia increíble. Recorrer la habana en uno de estos coches te hace retroceder en el tiempo y hacerte sentir que estás viviendo otra época que no podrías experimentar de otra forma. La ruta incluye los lugares más emblemáticos de la Habana como el Vedado, la Habana Vieja, el Barrio Chino, La plaza de la revolución, el cementerio de Cristóbal Colón y como no, recorrer el malecón desde el Vedado hasta la Habana Vieja (en nuestro caso hasta el Castillo del Morro).

Ruta en coche clásico por la Habana

 

PARQUE HISTORICO MILITAR MORRO-CABAÑA

Una vez en el Castillo del Morro (castillo de los Tres Reyes del Morro), preguntamos si Pivo podía entrar y nos dijeron que sí. El coste de la entrada era de 6 CUC por persona. A excepción de los museos donde nos pedían llevar a Pivo en brazos, el resto de la fortaleza pudo recorrerla con sus propias patas sin problema. Se aconseja reservar un par de horas para visitarlo con calma y poder admirar las vistas de la Habana desde la fortaleza. Destacan el profundo foso y la torre con faro de 30 metros de altura, que sustituyó en 1844 a la original de 10 metros.

Faro de la fortaleza del morro

 

Después de la visita al castillo del morro fuimos a comer al restaurante que se encuentra en la parte baja del exterior del castillo, Los 12 apostoles, restaurante que ofrece platos locales Cubanos con buena relación calidad-precio.

Restaurante los doce apóstoles

 

Por la tarde también pudimos acceder al Castillo de la Cabaña (Fortaleza de San Carlos de la Cabaña) con Pivo. La entrada tiene un coste de 6 CUC por persona, y este castillo esconde historia de la revolución cubana.

Fortaleza de la San Carlos de la Cabaña

 

Como nota, indicar que desde este Castillo en la época colonial se disparaba un cañonazo a las 4:30 a.m. y otro a las 9:00 p.m. para informar la apertura y cierre de los portones de la muralla que circundaba a La Habana y la puesta y retirada de la cadena que cerraba la entrada del puerto, ubicada entre los castillos de La Punta y el Morro. Hoy día sea realiza este mismo disparo todas las noches en lo que se conoce como el Cañonazo de las 9.00 p.m. Nosotros lo sentimos todas las noches desde la Habana, y hemos de reconocer que Pivo notaba mucho más intensamente el sonido y la vibración, por lo que no es una buena idea tratar de vivir la experiencia con tu perro desde el propio castillo ya que imagino que la sensación será más intensa todavía y podría pasarlo muy mal.

Desde el castillo de La Cabaña se puede visitar caminando fácilmente el Cristo de la Habana, una escultura de mármol de 20 metros de altura que representa el Sagrado Corazón de Jesús. Como curiosidad, fue esculpida en Italia y bendecida por el Papa de la época antes de ser transportada a la Habana. Desde el Cristo se divisa una imagen excepcional de la Habana Vieja con el Capitolio de fondo.

Cristo de La Habana

 

Al lado del Cristo de La Habana se encuentra la Cabaña del Che Guevara, primer lugar de residencia del Che en la Habana y base de sus operaciones durante la revolución cubana. Nosotros no tuvimos tiempo a visitarla ya que se aproximaba su hora de cierre, pero está ubicada inmediatamente al lado del Cristo, y teniendo en cuenta la importancia histórica de lugar, dudo que la visita no valga la pena.

Pivo en la cabaña de Che,La habana;Cuba
Pivo en la cabaña de Che

Y con una parada para cenar en el paladar Doña Carmela cercano a la fortaleza de la Cabaña, finalizaba otro gran día en La Habana. Este paladar nos lo recomendó un taxista de la zona. El lugar es muy agradable, accederás a través de un jardín y llegarás a una terraza exterior con música en directo. La relación calidad-precio es buena, pagamos 43 CUC y la comida Cubana muy recomendable, en especial la ropa vieja.

Restaurante Paladar Doña Carmela

 

La vuelta a la Habana desde el parque la hicimos en taxi por un coste de 5 CUC

 

DÍA 4: LA HABANA. Playas del Este, Plaza de la Revolución, Almacenes de San José y Museo del Ron.

Aunque lo contemos como el cuarto día del viaje y el tercero en la Habana, para nosotros era el último día de vacaciones ya que se trataba del día de retorno desde Varadero hasta el Aeropuerto Internacional de La Habana, ruta en la que nos acompañaba Jimmy el taxista.
Salimos de Varadero bien temprano por la mañana. Nuestro vuelo salía esa misma noche a las 10.00 pm de vuelta para España, por lo que teníamos un día por delante para terminar de explorar los rincones pendientes de la Habana. La primera parada la hicimos en Playas del Este aprovechando que la ruta pasaba por esa zona. Aunque el día estaba bastante nublado y frío y no incitaba a darse un chapuzón, la playa era magnífica y Pivo disfrutó corriendo un buen rato como a él le encanta hacerlo.

Pivo en Playas del Este

 

Tras la ruta playera, nos dirigimos a la Habana de nuevo, esta vez a la Plaza de La Revolución para observarla con detenimiento ya que la vez anterior la habíamos visualizado únicamente desde el coche clásico en la ruta por La Habana.

Tras varios días de ruta por la isla, las imágenes del Che Guevara y Fidel Castro se habían vuelto muy habituales ya que pueden verse absolutamente en cada rincón de cada localidad como si de publicidad se tratase. A pesar de ello, impresiona igualmente plantarse en medio de la Plaza de la Revolución al lado del monumento a José Martí y visualizar los grandes murales con las caras en relieve del Che Guevara y Camilo Cienfuegos donde se pueden leer las célebres frases de “Hasta la victoria siempre” y “Vas bien Fidel”.

 

Pivo con la imagen del Che en la plaza de la revolución

 

De la plaza de la Revolución nos dirigimos de nuevo a la Habana Vieja para dar un último paseo por sus calles y visitar el Mercado de Artesanía más grande de la Habana para comprar algún Souvenir. Este mercado se corresponde con los antiguos Almacenes de San José, lugar que se utilizaba antaño para el almacenaje de diferentes productos como azúcar, algodón, arroz… que llegaban en barcos para así poder disuadir el tráfico por carretera. Está situado en un edificio de los muelles del puerto perfectamente conservado y es accesible caminando desde La Habana Vieja.

Pudimos entrar sin problema al mercado con nuestro perro y visitarlo completo, es más, muchos de los artistas y comerciantes que poseían un puesto se paraban a jugar con Pivo y a acariciarlo, por lo que la ruta por el mercado nos llevó más tiempo de lo normal. En este mercado nos encontramos artesanía y arte cubano, desde los típicos porta puros de madera hasta infinidad de puestos de pinturas al óleo. Recuerda que si adquieres algún artículo de arte cubano tendrás que pagar una tasa para poder sacarlo del país. Si la pagas al comprar el artículo recibirás un papel conforme has pagado dicha tasa y deberás mostrarlo en el aeropuerto en el control de salida para que no te la vuelvan a cobrar. Si no la pagas al adquirir el artículo, tendrás que reservar unos CUCs para hacer el pago en el aeropuerto. A modo de ejemplo, por un cuadro pintado al óleo de tamaño medio nosotros pagamos una tasa de 5 CUC.

Y nada mejor para despedir la Habana y en especial Cuba, que hacer una parada en el Museo del Ron Havana Club donde el trato con Pivo fue espectacular. No solo nos dejaron acceder con él al interior para tomarnos unos mojitos, sino que sus músicos le dedicaron una canción en directo, y los camareros nos pidieron que le sacásemos fotos a Pivo encima de la propia barra del local.

Bar museo casa del ron Havana Club

 

Gran despedida de un gran país con grandes gentes.

 

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